Moa, la ciudad roja
Las ventanas entreabiertas del balcón dejan pasar intrépido el aire. Éste, suave y tibio, balancea las cortinas de flores azules que Pina intenta mantener limpias. «Es imposible mami, ¿no ves que el viento trae consigo tierra roja?», dice la hija. El sol va cayendo mientras el día persiste perezoso. Desde detrás de la ventana de madera observo a los últimos niños en la acera de enfrente. Estos, alargarán el juego hasta que lleguen unos gritos ensordecedores y unos brazos largos que los agarren de los pelos vuelta a casa. «Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, ¡pon!», canta una niña, sin zapatos y con el uniforme de la escuela arrugado, mientras salta por encima de los números dibujados con tiza en el suelo.
Moa
Published:

Moa

Published:

Creative Fields