Desarrollo de marca y etiquetas para proyecto de accesorios orientado a niños y niñas de 0 a 12 años. La búsqueda se centra en el espíritu inquieto de los chicos de hoy. Para ello me basé en un personaje de cuento, un canguro que buscaba nuevas experiencias. A partir de allí trabajé con los rasgos del mismo, vinculando la simpleza de los trazos característicos de los niños y empleando formas y colores dinámicos que acentuaran el dinamismo de esa franja etaria. El resultado fue un ícono circular que representa el hocico del canguro y que a través de la síntesis de la forma del mismo (y jugando con ella) encuentra similitud a un corazón, aportando cercanía y calidez a la marca. Nada fue arbitrario, cada trazado durante el desarrollo fue abriendo camino en la significación. De esta forma, no sólo se recuerda el nombre la marca, que se trabajó acorde al ícono, sino que ambas pueden funcionar en conjunto y por separado.