Misión homenajear a un tipógrafo que falleció pero cuya obra aún vive.

En mi caso el tipógrafo elegido se trata de Eric Gill. Este conocido escultor y tipógrafo le otorgo gran importancia a su muerte puesto que fue sepultado con una lápida diseñada

por él mismo en la que especificaba que era grabador.

Ya que el tipógrafo le otorgo tanta importancia a crear su lapida, mi manera de homenajearlo es haciéndole una lápida a su tipografía Gill Sans. Pero al abrir la lapida te encuentras con que la tipografía esta ausente. Con esto se quiere demostrar que las buenas tipografías no pueden morir, pues siempre quedaran impresas y se seguirán usando en menos o mayor medida.