Cada estado de México le brinda a quien puede observar no solo una amplia gastronomía, sino arte y amabilidad. Y Oaxaca lo tiene todo, desde una gran arquitectura colonial hasta la sonrisa de su gente.

 

Lugares con mujeres trabajadoras como Teotitlan del Valle donde al caminar por entre las casas se esconde toda una labor larga de tejidos que pueden durar hasta más de un año para crear tapetes o pequeños trabajos como vestidos muy al estilo de Frida Kahlo

En San Martín Tilcajete los artesanos realizan grandes obras de arte al tallar la madera, llamados Alebrijes. El rito a la hora de producir esta gran cantidad de obras viene de una tradición prehispánica que hoy en día conservan los oaxaqueños.

Nos encontramos con lugares que cuentan historias bélicas como Monte Albán pero que tras su desaparición como núcleo de poder Mitla se convirtió en una población muy importante que funcionó como centro de poder para los zapotecas del valle.