Sin saberlo, todos tienen alguna vez crisis de ausencia típicas, las dispara un detalle, una mirada verde, aunque la suya fuera azul; un bolso mal colgado en la terraza de un café, algo, cualquier cosa que se quedó, que olvidó llevarse o que no enterramos.
Entónces es cuando suceden.
La crisis de ausencia típica también se llama petit mal (pequeño mal) porque provoca una pérdida de conocimiento breve, 15 segundos o menos, y es apenas perceptible.
La persona simplemente deja de moverse o hablar, mira fijamente y no responde a las preguntas. Es tan corta y difícil de notar que podemos tener varias en un mismo día sin que nos demos cuenta de que ocurren.
Por Lorena Sánchez
(http://hominidas.blogs.quo.es/2013/11/18/crisis-de-ausencia-tipicas-el-enigma-del-petit-mal/)
Mis ausencias típicas.