Desde el 20 al 30 de marzo de este año tuve la oportunidad de visitar Seattle en Estados Unidos con mi polola Dominique. Una extensa llanura abultada de árboles, canchas de baseball, lagos y campos de golf fue lo primero que vimos desde la ventana del avión antes de aterrizar. Recorrimos los casi 10.000 km que separan Santiago de Seattle para visitar a mi hermana (Camila) que se fue a vivir por 5 años mientras dura el doctorado en matemáticas de su esposo (Benjamín) en la Universidad de Washington. El Benja tuvo que inventarle a la Cami que iba a buscar a un profesor al aeropuerto porque no podía saber que llegábamos de sorpresa justo para su cumpleaños y no un día después como ella creía. Apenas nos vimos con la Cami se nos hizo un nudo en la garganta y nos abrazamos por largo rato, ella es mayor por 10 meses que yo y desde pequeños hemos sido muy unidos, por eso que después de no vernos en casi 2 años la alegría fue absoluta.
Dejamos las maletas y sin perder el tiempo nos fuimos a conocer el Public Market, visita obligada para quienes van a Seattle. Además de ofrecer una amplia variedad de gastronomía, se encuentra el primer Stark Burck, pero la fila era tan larga para entrar a esta cafetería que preferimos ir a disfrutar de un almuerzo con vista a la bahía de Puget Sound.
 
Fue impresionante conocer el estadio de los Seahawk, el equipo de fútbol américano de Seattle. Posee capacidad para 67.000 personas y es un orgullo para los seateitas como también lo es el primer título en la NFL que obtuvieron el 2014 luego de vencer a los Denver Broncos en el Super Bowl XLVIII
 
Otro de los orgullos de los oriundos de Seattle es el monumental Speace Needle, estructura de 184 metros de altura que pesa cerca de 5850 toneladas. Valió la pena hacer la larga fila para poder subir hasta la punta de la torre donde hay un restaurant giratorio y una vista permite apreciar toda la ciudad de Seattle. El Space Needle está construido para soportar vientos de hasta 320 km/h y terremotos de 9.5 grados de magnitud en la escala de Richter.
El ticket que usamos para entrar al Speace Needle también nos sirvió para conocer el  el museo Chihuly Garden and Glass del escultor estadounidense Dale Chihuly, especializado en trabajos de vidrio soplado. Las obras abstractas de este artista están inspiradas en la naturaleza y criaturas de los océanos.
El clima frío y las pocas horas de luz no son un impedimento para que los habitantes de Seattles hagan su vida social y frecuenten los bares donde han surgido grupos como Nirvana, Pearl Jam, Jimi Hendrix y numerosas bandas de rock alternativo. El entusiasmo por la música en esta región de Estados Unidos los llevó a levantar el Museo Experimental de Música. Aquí pudimos ver letras escritas a mano, instrumentos personales, colecciones de guitarras y  artefactos musicales llenos de historia de artistas nacidos en Seattle.
 
Aprovechando que estábamos a solo tres horas y contábamos con auto decidimos ir a conocer Vancouver, Canadá. Uno de los destinos más exóticos que visitamos fue el Capilano Suspension Bridge Park, que consiste en un bosque de enormes pinos con puentes colgantes. El contacto con la naturaleza en este lugar es conmovedor. La conexión entre los puentes permite apreciar el bosque desde la altura y ver el río Capilano desde una hermosa perspectiva. El puente más extenso de este bosque tiene un largo de 70 metros y se encuentra a 137 metros de altura. Estar en el medio genera una sensación de vértigo, considerando que pasan cientos de turistas a la vez y está todo el tiempo oscilando de lado a lado.
El Capitolio del Estado de Washington fue otra de las construcciones que más nos impresionó.  Este edificio legislativo está hecho de ladrillo y piedra arsénica y con 87 metros hasta la parte superior de la cúpula, es uno de los domos de mampostería más  altos del mundo. Cada detalle de esta construcción por dentro y por fuera tiene un argumento histórico y fue elaborada por expertos en construcciòn y decoración. También pudimos entrar a los salones donde los senadores desarrollan los actos legislativos que están abiertos a todo pùblico que quiera ser testigo de las sesiones del parlamento.
 
Pero la Ciudad Esmeralda nos tenía una sorpresa. En 1889 un devastador quemó gran parte de la actual zona de negocios de la ciudad. Esta catástrofe no cobró ninguna vida humana pero cambió para siempre la estructura y los cimientos de la ciudad que fue levantada sobre los escombros y cenizas luego de este incendio. El tour hicimos parte  conocer esta historia parte en Pub Doc Maynard y recorre pasillos subterráneos y húmedos bajo la ciudad de Seattle.
 
Viaje a Seattle
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