El edifico estudiado es el Museo de Arte Kimbell, ubicado en Fort Worth, Texas, EE.UU se construyó dentro de un entorno natural gracias a la iniciativa del empresario y filántropo Kay Kimbell, sin embargo la concesión del edificio se le otorgo a Louis Isadore Kahn por su propuesta innovadora que resaltaba el efecto de la luz natural en el espacio.
El museo es un reflejo de las intenciones del arquitecto quien quería reflejar en sus obras la majestuosidad de lo antiguo con la innovación y flexibilidad de lo moderno. Esto debido a varios viajes que realizo a las ruinas de antiguas civilizaciones europeas, donde reconoció detalles y aspectos clásicos imponentes a la hora de diseñar.
La construcción de Kimbell parte de dos conceptos claves, por un lado la luz y por otro lado la forma abovedada. La composición del museo inicia con una caja básica, que se presenta hermética ante el público. En ella se generan tres secciones transversales y 3 longitudinales. Estos módulos, proyectan la estructura del edificio, la cual básicamente es un sistema de pórticos contiguos. A partir de estos se genera una cubierta con arcos de medio punto en la parte más corta del pórtico, los cuales se conectan con cubiertas semicirculares que dan aspecto de bóveda. A simple vista se podría decir que el sistema funciona similar a las antiguas construcciones griegas. Sin embargo la forma en que Kahn contempla el diseño desdibuja la definición que se tiene de la bóveda.