SUPER YO- CORTO ANIMADO

Cuando no sabía nada, pensaba muchas cosas. Opinaba sobre un tema que era más complejo de lo que pensaba. Este tema es el deseo. Razonaba sobre el deseo y en consecuencia, del inconsciente. Nunca he visto el inconsciente como la parte más oscura de nuestro ser, pero sí como la parte más desconocida de nuestra mente. Hasta tal punto, que dudaba de si realmente existía y de si deseábamos en él. Mi cabeza se hinchaba de preguntas. Si deseamos, ¿por qué lo hacemos? ¿Qué ocurre si no lo hacemos? ¿Podemos no desear? Separaba totalmente el inconsciente del deseo. Cuando en realidad tienen mucho que ver, tanto, que incluso podrían ser lo mismo.En mis lecturas he descubierto que existe un punto medio, que divaga entre la conciencia y el inconsciente. Que es toda nuestra parte emocional, ligada a todos los aspectos, valores, morales y éticas, que nos imponen de pequeños. De ahí salen muchos sentimientos como el arrepentimiento... y la noción y la fe de lo que crees que está bien o mal, que se liga con la razón.Pero en el inconsciente la cosa cambia, es puro deseo. Está lleno de deseos inaccesibles. Por eso el inconsciente hace todo lo posible para que logremos acceder. Razón por la que, nuestra cabeza sueña y fantasea, para alimentarle y que no moleste. Aunque muchas veces tenemos impulsos, lapsus, o actuamos de forma determinada, que justificamos. Pero siempre existe una razón más profunda y desconocida.A veces las justificaciones de nuestras acciones no son más que métodos de defensa para protegernos de lo que realmente quiere nuestro inconsciente y que esto no sea un impacto por nuestra psique.Lo cierto es que estoy de acuerdo en que el inconsciente es en realidad puro deseo. Puedo afirmar, por todo lo que he leído, que si no deseáramos, no viviríamos.Puesto que los deseos nos hacen actuar, movernos, tener intuiciones, inquietudes, nos saben decir lo que nos gusta, lo que no, lo que queremos, lo que no queremos, cómo queremos ser y cómo no queremos ser. Desear es nuestra razón de ser y de existir. Desear mueve nuestra conducta guiada por la razón.Lo perfecto es encontrar ese equilibrio entre lo que deseas y eres consciente, lo que deseas y no eres consciente y tu razón, sin llegar a la frustración. Algo que realmente no se puede conseguir, pero lo intentamos, y en ese intento, nos acercamos, donde obtenemos un equilibrio que va cambiando mientras nosotros seguimos viviendo.