La historia del activismo ambiental se teje desde eventos significativos, como el zarpado de un pequeño grupo desde Vancouver con el nacimiento de Greenpeace. Esta forma de activismo es una colaboración multifacética entre individuos y organizaciones que se esfuerzan por proteger nuestro entorno. Las campañas, protestas y educación se combinan para ilustrar la urgencia de conservar nuestra naturaleza, impactando las legislaciones y prácticas empresariales. Al mismo tiempo, los movimientos ambientalistas inspiran programas de conservación y prácticas sostenibles.