Este fué uno de los primeros trabajos del estudio para Bee Honey, una marca de miel muy muy especial. Son mieles singulares, de orígenes florales poco habituales y procedencia geográfica remota.

 

Son geniales y muy exquisitas, pero lo más genial es el compromiso social de su director, obsesionado por encontrar “otra manera de hacer las cosas “ y para dar un nuevo enfoque a la forma de abordar su proyecto empresarial, mejorando notablemente las condiciones de vida de comunidades y personas en situación de pobreza a través del comercio justo de la miel y estableciendo una cadena de producción que beneficia la inserción social y el cuidado del medioambiente, en todos y cada uno de los procesos.