Gracias a Dios es una cantina botanera ubicada en el centro histórico de Querétaro, fundada por tres amigos bajo la idea del mezcal como una celebración de la cultura popular mexicana.
En el 2013 creamos la identidad gráfica de su propia marca de mezcales. El resultado es esta serie de botellas y etiquetas que reflejan la personalidad de la marca: texturas, colores, formas y materiales que comunican el origen de la bebida y su proceso de producción artesanal y orgánico —conservando el tono chusco y actual de Gracias a Dios.
En el taller nos gusta hacer etiquetas: empatar trazos, colores y acabados con los aromas y sabores de una bebida. ¿Cómo es la tipografía de un mezcal suave y orgánico? ¿Qué forma debe tener la botella de algo que se produce independientemente? Como escribimos en nuestro blog: las etiquetas son mucho branding encerrado en un papel adherible.