Amanece en Sanlucar de Barrameda, Cádiz. 2015. Por la tarde los caballos corren en esa misma playa una carrera que se celebra desde 1845 cada Agosto. Antes, al alba, esos mismos caballos entrenan en lo que por la tarde será un hipódromo de playa, lleno de gente del pueblo y numerosos turistas. A esa hora solo te acompañan muchos mosquitos y el silencio del coto de Doñana al otro lado del Guadalquivir, los caballos son galopados antes de que salga el sol y el silencio se rompe con el sonido seco que emiten los cascos de un pura sangre contra la arena a galope tendido. Es un breve espacio de tiempo, no dura más de veinte minutos. Después los groomers (cuidadores) refrescan a sus caballos en el Guadalquivir con los primeros rayitos del sol. 
Refrescando un potro
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