Posiblemente los días generen profundos encuentros de diversidades introspectivas, acaso estos momentos nos acompañan para el sosiego interno. Tal vez el sendero rocoso, quizás verdoso nos deslumbra del ocaso, de los sonidos vibrantes del espacio y el tiempo. Nos abraza con nuevas coyunturas de grandes significados en el gran viaje y estos se manifiestan para encontrar en sí mismos la metamorfosis exuberante de estar.
Y sí, la brisa preponderante en cada segundo, en cada ciclo de eternidad nos permite transitar en cada reloj que con sus agujas nos recuerda que nuestra realidad está para ser percibida en lapsos casi efímeros. Que las plantas que rodean nuestros espacios, evolucionan junto a la raíz interior de cada ser que los admira y junto a ellos nuevos pétalos marchitan y nuevas flores germinan.
Quizás los espacios generen en sí mismos nuevas sendas de brisas flamantes, de calma y transformación ante la transitoriedad del tiempo.
Una singularidad visual reflexiva, de rescatar manifiestos, texturas, detalles y emociones que las hojas y las flores nos ofrecen como gran expresión de existencia y transformación, la gran ruta de una de las series que inicio una noche de abril del 2021.
“Quisiera ser una flor,
Como pétalo mutar y desprender.
Deslizar la holgura latente de la brisa”.
PERCEPCIONES SERIES 2021 ©
