La vivienda se encuentra situada en el séptimo piso de un conjunto residencial ubicado en el barrio ciudad salitre de Bogotá, Colombia. Es un apartamento dúplex de 4 habitaciones, sala, comedor, cocina y 3 baños. 

El objetivo principal de éste proyecto era priorizar la socialización e interacción en los espacios de sala, comedor y cocina. Al igual que responder a la necesidad de crear un espacio visualmente más amplio y cómodo, pues la distribución estaba afectando la circulación del usuario en el espacio.  Se buscó una conexión con el entorno y la vista del apartamento pues la ventana ubicada en el área del comedor evolucionó al funcionar como elemento estructural para sostenerlo y además integrarse con el para crear una forma que incentive a la interacción social. 

Los espacios de sala y comedor se conectan a través de una paleta de color muy interesante donde el rosa es el protagonista, un color energético y poderoso que busca transmitir vibraciones positivas y envuelve el hogar con armonía, sensibilidad y elegancia al mezclarse con el blanco de algunas paredes y el terciopelo negro de algunos muebles. En contraste, el piso laminado con acabado liso y parte del mobiliario en madera consiguen generar un ambiente dinámico lleno de calidez y sobriedad donde la iluminación y el color son los personajes principales del espacio.

En la sala, el gris del sofá juega como un elemento diferenciador y contrastante buscando un efecto de equilibrio en las tonalidades y materiales que rodean el apartamento. Por último, en la decoración, se utilizan accesorios dorados y negros llenando de elegancia cada rincón de la vivienda.