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Después de un concepto inicial se delineó la dirección por parte del código electoral. El cual señala como debe ir distribuida la información e instrucciones ofrecida al votante y el color del texto utilizado. Tomando en consideración los espacios negativos de la hoja y el contexto escrito y su legibilidad, se desarrolló una estructura familiar pero con enfoque en eficiencia.

Estas mismas direcciones por parte del código electoral ofrecen guías para establecer orden, pero ya un poco anticuado con la suma de más partidos, comienza a retar los espacios de la hoja de papel por la estructura ya impuesta.

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Para estas papeletas se consideró el votante como el funcionario público, ya que el proceso de la papeleta continua su uso, luego del ciudadano ejerce su voto, pasa al proceso de conteo. Además de detalles de utilización para la identificación de la hoja como el color, se determinó incluir una inicial y el código de distrito, como también se respetó el lenguaje gráfico para poder ser escaneados por las urnas electrónicas.

El enfoque primordial de estos conceptos fueron la eficiencia y la economía. Ya sea en la selección de tamaño de hoja de papel, consideración de la cantidad de tinta utilizada por hoja, la estructura gráfica para asegurar su legibilidad y utilidad.

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