Supongamos que últimamente has tenido problemas para dormir, te despiertas a mitad de la noche y te cuesta un montón volver a dormir, así que tomas tu teléfono para distraerte hasta que te vuelva a dar sueño, entras a tu red social favorita y allí te aparece una publicidad sobre pastillas para dormir, después otra publicidad, esta vez sobre almohadas terapéuticas. Digamos que decides comprar esa almohada que se ve tan cómoda, tu tienes tu almohada y el vendedor consiguió un cliente, una transacción simple ¿no?.

No tanto, en la compra de la almohada una compañía de tecnología también se ganó una comisión por vender un producto, ese producto, eran tus datos. Este es un ejemplo muy simple de como la Big Data es el combustible de los negocios en Internet.

El uso actual del término “Big Data” se refiere a los análisis de comportamiento de los usuarios de internet, estos análisis se realizan extrayendo los datos que las personas dan, de manera consciente o inconsciente, a una compañía (como Google, Facebook o Amazon); de esta manera, empresas, gobiernos y otras entidades pueden crear perfiles de individuos o de una colectividad y hacer predicciones en base a los patrones observados. 

Las redes sociales como Google o Facebook saben mucho de ti: donde vives, donde trabajas, las personas más cercanas a ti, tus tendencias políticas y muchas otras cosas. Cada vez que le das me gusta a algo, cada vídeo que ves, cada click que das, está generando datos constantemente, datos que las compañías almacenan y analizan para ubicarte en un grupo, ya sea: vegetariano, amante del fútbol, católico, persona que sufre de insomnio, etc. 

Tener toda esta información sobre los consumidores es algo muy bueno para las empresas, si tu negocio es vender pastillas para dormir ¿no vas a querer que tu publicidad llegue a la gente que más probabilidades tiene de comprar tu producto?

Pero la publicidad no es el único uso de la Big Data, cuando se usa de manera correcta esta puede ser muy útil, por ejemplo: en la pelea contra el Covid-19 países como Corea del Sur¹ o Taiwán² en cooperación con el sector privado han hecho un gran trabajo al rastrear los casos y han podido determinar las zonas más afectadas por el virus y advertir a las personas si había casos en su área para que puedan tomar sus precauciones, el resultado de este uso de la Big Data se muestra en la disminución de los casos en esas dos naciones que están a la vanguardia en la lucha contra esta pandemia.

A finales de 2017 un reportaje de Pro Publica³ reveló que el algoritmo de anuncios de Facebook ofrecía la categoría de “Personas que odian a los judíos” a entidades que buscaban divulgar propaganda antisemita. A pesar de que Facebook pudo retirar la categoría esto sirve como advertencia de que las mismas herramientas de la Big Data que ayudan a los negocios a encontrar clientes potenciales también pueden usarse para propagar noticias falsas.

Otros problemas que conlleva el uso de la Big Data es el de la privacidad⁴, hoy en día la gente no conoce hasta qué punto su información personal está siendo extraída y mucho menos sabe para qué está siendo utilizada. Para resolver este tipo de problemas la Unión Europea⁵ creó el Reglamento General de Protección de Datos con el propósito de que los ciudadanos puedan tener más control sobre sus datos en internet, esto es un avance pero los gobiernos de otros países menos desarrollados quizás no tengan los medios para actuar tan rápido.

Conclusión: 

La Big Data ya ha dado tremendas oportunidades, tanto a multinacionales como a las pequeñas empresas, en casi todas las áreas, desde la industria de la salud hasta la del entretenimiento y su potencial apenas se está descubriendo. Es evidente que mientras más avancemos más problemas vamos a encontrar y la única cosa que se debe hacer frente a un problema es resolverlo.

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