El álbum familiar, colección de imágenes intimas y repositorio físico de recuerdos, guarda en su gran mayoría eventos felices y memorables en la historia de una familia. Sin embargo, al igual que en cualquier hogar, detrás de todas esas sonrisas y abrazos, subyacen problemas latentes que se deciden ocultar para así empezar a idealizar a la familia a través de sus imágenes. Dulce Memoria parte de la apropiación de fotografías de mi propio álbum familiar; en el cual, identifiqué dichos momentos de felicidad mencionados. Este trabajo gira en torno a tres ejes temáticos: lo orgánico, lo efímero y lo mnemónico; ya que, en mi opinión, estos tres puntos, inherentes a la vida humana, se encuentran presentes en la necesidad de realizar las fotografías convencionales dentro del ámbito familiar. 

La intención de este trabajo fotográfico es mediar a través del azúcar aquellos momentos felices. La utilización de este elemento se debe a su sabor y a su condición orgánica degradable para representar simbólica y materialmente el paso del tiempo. En este proceso, la degradación es la metáfora para la desaparición de los recuerdos. De esta forma, el uso del azúcar como materia prima, enfatizará la presencia de lo orgánico, lo efímero y lo mnemónico.

Cabe resaltar que el título de cada imagen es importante porque es ahí donde reside el anclaje referencial con la imagen de origen que se ha perdido o abstraído en el proceso degradatorio del mismo.

Dulce Memoria es una expresión de la naturaleza efímera de los momentos felices que nos lleva a plasmar o eternizar los recuerdos y, al mismo tiempo, nos vincula como seres humanos. Memoria es lo que somos y nada más, constituye nuestra identidad e imagen ante lxs demás.